De los animales migratorios protegidos por la Convención sobre las Especies Migratorias, 94 taxones se consideran mamíferos terrestres, entre ellos diversas especies como el jaguar, el murciélago frugívoro de color pajizo, el chimpancé y el antílope saiga. Sus áreas de distribución migratoria abarcan múltiples rutas y a menudo se extienden por varios países. Entre las diversas amenazas a las que se enfrentan, a menudo agravadas, figuran la pérdida y degradación de su hábitat, el cambio climático, la caza insostenible y furtiva, la contaminación y la presencia de infraestructuras lineales. Estas últimas se refieren a estructuras construidas por el hombre, como vallas, carreteras, vías férreas y canales, que a menudo actúan como barreras para los movimientos naturales de los animales salvajes.