El Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo, es un momento ideal para contemplar la importancia del agua para las aves migratorias. Las aves migratorias dependen del agua y sus hábitats asociados -lagos, ríos, arroyos, estanques, todos los humedales continentales y costeros- para migrar, invernar y reproducirse. Por desgracia, la creciente demanda humana de agua, así como la contaminación y el cambio climático, amenazan estos preciosos ecosistemas acuáticos y a las aves migratorias que dependen de ellos.